CUANDO EL HABLAR NO AYUDA

Cuando hablar no ayuda.


Si tuvieras que decirle al hombre de tu vida: "Cariño, tenemos que hablar de nuestra relación", ¿qué crees que pasaría?
Si él responde con algo como, "¿pensé que nunca lo preguntarías?" O "he estado muriendo por compartir mis sentimientos acerca de nuestra vida en común, y sobre todo quiero escuchar cómo te sientes acerca de nosotros y cómo quieres que cambie si necesito hacerlo ", tienes más suerte que la gran mayoría de las parejas. La mayoría de las mujeres esperarían a que sus hombres se muestren distraidos, a la defensiva, irritables, nerviosos, con los ojos en blanco, o se muestren apagados completamente, y la mayoría de los hombres se sienten que están siendo castigados por un crimen que no cometieron. Ella sabe sus razones, el sabe las suyas, y siempre termina peor de como empezó. No es extraño que las cinco palabras que un hombre más teme son: "Cariño, tenemos que hablar".

Resulta que los hombres tenemos razón, hablando de su relación es más probable que sea peor que mejor. Hablar de sus emociones calma a las mujeres, ya que reciben una inyección de oxitocina, la sustancia química que hace una vinculación, incluso una interacción negativa. Los hombres no quieren hablar porque hablar para ellos no hará que se sientan mejor. De hecho, los hará sentir peor - reciben un bombazo con cortisol sintiendo una sensación muy desagradable durante este discurso conflictivo,y emocional. Los hombres experimentan mayor excitación fisiológica con el flujo de sangre a los músculos cuando tienen emociones negativas. Es físicamente incómodo para ellos hablar, especialmente cuando se sienten con vergüenza, y es probable que sientan vergüenza cuando te acercas a ellos con ansiedad o infelicidad.

Aquí hay algo más poderoso para la esposa gruñona estereotipada y su esposo obsesionado siempre con en el trabajo. Es la misma dinámica que se apodera de ambos como cuando tienen un sobresalto con algo en la carretera mientras se conduce. Él ve el miedo como un sobresalto a su conducción del auto y, o bien pone un muro entre ella mostrandose frío o se convierte en un furioso Ben Hur para demostrar cierto resultado y mostrar la agresividad con la que puede conducir.
¿Qué pasa con ustedes dos cuando se asustan durante la conducción y cuando se requiere hablar de su relación ya que es una dinámica primordial que está presente en todos los animales sociales: El miedo estimula la vergüenza o la agresión. A menudo entendamos que los varones hemos sido castigados a una edad temprana por mostrar emociones vulnerables ( con frases como " los niños grandes no lloran "), Los hombres tendemos a combinar la vergüenza y la agresión. Para evitar el supremo dolor de la vergüenza, nos volvemos agresivos. Es por ello que preferimos "la muerte antes que el deshonor" y esta no es una frase asociada con grupos de mujeres.

Tampoco será poco probable oír la frase, "Ninguna mujer es una isla." Lo peor que sentirse mal para una mujer es no ponerle atención cuando se siente mal. Cuando las mujeres hablan las unas con las otras, a menudo hacen conexión mediante la exposición de su vulnerabilidad. Si uno le dice a su novia: "Me siento triste, solo, ignorado, etc," ella escucha su queja como una invitación a acercarse y le permite saber de lo que se preocupa. ¿Por qué no puede tu marido hacerlo tal y como le gusta a tus amigas?


En la adultez, la socialización masculina normal ha canalizado la respuesta de la vergüenza y la agresión a un temor al fracaso, especialmente en lo que se referiere a ser un proveedor, protector, amante y padre. Frente a la infelicidad de la mujer en su vida se siente como si estuviera siendo defectuoso. Él se siente muy inhabil para ver el deseo de conexión que se encuentra por debajo de sus quejas.
Aquí está un ejemplo común. Sara estaba nerviosa por su peso cuando se había puesto un nuevo modeló de vestido para su marido. "¿Cómo me veo?", le Preguntó.
Detectando su nerviosismo, Esteban responde: "¿Cuánto cuesta?"

Este simple cambio, en una relación amorosa de otro modo de enfocar las cosas comienza una pelea por el dinero que rápidamente se expande para incluir el sexo, la familia política, y la relación. Pero la bronca no se trata de ninguna de esas cosas. Su ansiedad por su aspecto provocó su vergüenza, que se asoció con cierta insuficiencia por parte de él, su proveedor - ya que él siente que no tiene suficiente dinero. Por supuesto, su respuesta la hizo sentir como si ella no valiera la pena sino el costo del vestido. Así que esa noche ella no quería tener relaciones sexuales con él. El avergonzado como un amante agraviado, se negó a ir con ella a visitar a sus padres tal y como lo habían planeado.


Esta dinámica invisible de miedo-vergüenza está en el centro de un gran número de problemas de relación. La buena noticia es llevar con cierta calma este miedo y vergüenza. Y es por eso que quiero hablar en primer lugar, de que hay que sentirse más conectados. Pero es difícil sentirse conectados cuando se siente uno como un fracasado. Sara hubiera querido que simplemente Esteban le dijera la verdad, que había comprado el vestido para lucir bien para él, se habría sentido con valor en lugar de sentir que estaba en peligro. Y si Esteban hubiera sentido que le daba cierta protección a la ansiedad de su esposa, él la habría tranquilizado, ya que habría ayudado a que sus sentimientos de insuficiencia se hubieran disipado.

Siempre trata de conectarte antes de hablar de cualquier cosa emocional. Cuando las personas se sienten valorados cooperan, cuando se sienten devaluadas o amenazados, se resisten.



El mejor consejo para los hombres es la incorporación de pequeños gestos conectivos en su rutina, por ejemplo, "cepillo de dientes, besar a mi esposa. Vertir el café en su taza, verter el café en la de ella, responder a correos electrónicos del trabajo, checar el correo electrónico de mi amor. "Se consciente de lo importante que es para ti, que le proporcionas sentido a su vida, así que no esperes para mostrar tú amor por ella hasta que ella tengan las maletas hechas y esté lista para salir por la puerta. Abrazala por lo menos seis veces al día. Sorprendela de vez en cuando. Ayúdala a menudo.


Las mujeres deben iniciar sus conversaciones con tacto. Los hombres necesitan 2.3 veces más tiempo para poder conmoverse y sentirse conectados. Sí, tambien nos gusta ser tocados sin una intencion sexual, siempre y cuando no estemos hambrientos de sexo. Los hombres se sienten más conectados a través de actividades de mutuo interés, así que traten de hacer cosas con ellos. Las mujeres dicen que tienen las mejores negociaciones con sus maridos, mientras caminan y conducen, porque entonces él está haciendo algo con ella. Hay que entender que se sienten vinculados con uno cuando uno está cerca, pero dejandolo también hacer su rutina. Y no se olviden del sexo. El orgasmo libera oxitocina, y es la única fuente de enlaces químicos. Ya que esta aumenta el deseo de estar cerca.


Afortunadamente, tenemos poderosas señales internas en la dinámica de miedo-vergüenza. Si una mujer se siente ansiosa y su hombre no le está ayudando, es probable que sienta vergüenza y que ella necesite hacer una conexión compasiva con él. Si un hombre se siente molesto o bloqueado y su mujer lo está haciendo sentir peor, se puede apostar a que ella siente miedo por el aislamiento o la privación, sino que tiene que ponerse en contacto mostrando lo mucho que se preocupa por ella y tranquilizarla. El malestar que ambos sienten no es algo que se está haciendo a los demás. Más bien, les está pasando a los dos, y juntos lo puede desarmar. Mutuamente pueden desarmar esta dinámica miedo-vergüenza que es la forma más eficaz para lograr la cercanía que ambos quieren, esto es, en el fondo, un amor más allá de las palabras.