
«El que está verde, crece; el que está maduro, empieza a pudrirse».
No somos hijos de las circunstancias: Estas son hijas nuestras.....la vida siempre nos pagará cualquier precio que le pidamos.Cuando uno aprende a dirigir sus estados y a dominar su comportamiento, puede conseguir cuanto se proponga. Sabiendo lo que quiere uno pedirle a la vida, y teniendo la certeza de obtenerlo. Lo que nos vamos dicieendo es lo que terminaremos escuchando.He aquí la primera clave para alcanzar el éxito y la felicidad: UNO debe aprender a superar la frustración.
Fíjaste en cualquier éxito importante, y casi siempre observaras que el camino hacia el mismo estuvo empedrado de decepciones tremendas. El que diga lo contrario no sabe nada del éxito. Sólo hay dos clases de hombres: los que superaron la frustración
y los que se quedaron deseando haber sido capaces de superarla.La realidad es que quien emprende algo pasa más apuros que nadie; sólo es cuestión de saber enfrentarse a ellos, idear nuevas estrategias, ingeniar nuevas alternativas. No olvides que ser rico no es sólo cuestión de tener dinero. Cualquier relación extraordinaria acarrea problemas y desafios. El que no quiera tener problemas debería evitar cualquier género de relaciones. Hay grandes frustraciones en el camino de todo gran éxito..., en los negocios, en las relaciones y en la vida.
La PNL ofrece un medio para convertir el estrés en oportunidades.Una fórmula para vencer el estrés en dos etapas.
Número uno: no te dejes abrumar por pequeñeces. Número dos: no olvides que en realidad, todo es una pequeñez. Todos los triunfadores han llegado a saber que el éxito está oculto al otro lado de la frustración. Por desgracia, muchos no logran saltar al otro lado. Quienes no consiguen alcanzar sus metas generalmente se han dejado vencer por la frustración, han permitido que ésta les disuadiera de emprender
las acciones necesarias que les hubieran servido para avanzar hacia la consecución de sus deseos.
La segunda clave: Uno debe aprender a superar el rechazo.El desafío más grande para todo aquel que se haya formado en nuestra cultura es la dificultad de superar un «no».Para triunfar, uno debe aprender a encajar el rechazo sabiendo cómo despojarlo de todo su poder.Además, sin rechazo no hay triunfo auténtico.
Como la tercera clave de la riqueza y la felicidad: Uno debe aprender a superar la presión financiera. La presión financiera sólo la desconoce aquel que no tiene finanzas de ninguna clase. También debemos regalar el 10 por ciento de todo cuanto ganamos. Es verdad. ¿Por qué? En primer lugar, porque cuando uno ha sacado algo siempre se ve obligado a devolver algo. Otro motivo es que se crean valores
para uno mismo y para los demás. Y lo más importante: decirle al mundo y a su propio inconsciente que tiene usted más de lo que necesita. Ésa es una creencia muy poderosa, y vale la pena fomentarla. Si a uno le sobra, eso quiere decir que tiene lo necesario y que otros pueden conseguirlo también, y ésa es una creencia que tiende a realizarse por sí misma. Lo que uno da es como una semilla que siembra.
Ninguna cantidad de dinero puede comprar lo que uno obtiene cuando es uno mismo quien da. Ninguna programación financiera le dará a uno más de lo que consigue al regalar ese 10 por ciento, porque esto enseña lo que puede hacer el dinero, y también lo que no puede, y ésas son las dos lecciones de mayor utilidad en la vida.Tras haber regalado un 10 por ciento de tus ingresos, dedica otro 10 por ciento a pagar sus deudas y un tercer 10 por ciento al ahorro, con el fin de acumular un capital para futuras inversiones.
Hay una gran verdad con el dinero ocurre lo mismo que con todo lo demás. Puede uno hacerlo trabajar a favor o en contra de uno. Debe ser capaz de manejar el dinero como cualquier otro elemento de su mente, con la misma idoneidad en cuanto a los fines y la misma elegancia. Aprende a ganar, a ahorrar y a dar. Si lo consigues dominarás la presión financiera, y el dinero no será nunca más un estímulo que te ponga en un estado negativo, haciéndote caer en la infelicidad o tratar con los demás en condiciones de inferioridad muy alejadas de la plenitud de recursos.Si dominas la frustración, el rechazo y la presión financiera, no habrá nada que no
puedas emprender.
Uno debe aprender a superar la vanidad. Habrás observado que muchas celebridades o deportistas, después de alcanzar cierto nivel de éxito, se quedan atascados, sin progresar más en su carrera. Es porque caen en la autocomplacencia, y entonces pierden lo que les permitió encumbrarse desde el primer momento. Aprenda a juzgarse a sí mismo en relación con sus propias metas, no por lo que aparenten sus vecinos.
He aquí otra recomendación para evitar la autocomplacencia: mantente alejado de los cursillos de comadreo.Son como un suicidio, ya que envenenan la mente haciendo que uno se fije en lo que hacen los demás con su vida particular, y no en lo que uno podría hacer para mejorar su propia experiencia vital. Si prefieres ser vanidoso y mediocre, dedicate a murmurar sobre quién se acuesta con quién; pero si quieres ser
diferente, desafíate a tí mismo, pónte a prueba y convierte tu vida en algo especial.
La última clave: Da siempre más de lo que esperas recibir. Ésta es quizá la más importante, porque garantiza virtualmente la felicidad.La clave de cualquier relación es que hay que dar primero, y seguir dando a continuación, sin detenerte a pedir. En cuanto uno se dedica a tomar nota de la puntuación, se acaba la partida. Es preciso estar dispuesto a plantar la semilla y esperar su crecimiento. Hay que plantar la semilla, hay que vigilarla, hay que regar y escardar, echar abono y dispensar otros muchos cuidados; y si se hace bien, al cabo de algún tiempo se recogeran sus frutos o podras contemplar las flores. Es preciso dar, dar sin descanso y hasta que el suelo produzca sus frutos. En la vida pasa exactamente
lo mismo.
Puede uno ganar mucho dinero y ser dueño de grandes fincas o de grandes empresas. Pero si lo hace sólo para sí mismo, no será un triunfador en realidad. No tendrá un verdadero poder. No poseerá la verdadera riqueza. El que alcanza «la cumbre» en solitario se queda sin nada que hacer, excepto quizás arrojarse desde ella.
¿Sabes cuál es el mayor engañó del éxito? La creencia de que sea un pináculo a escalar, una cosa que se posee, un resultado que se alcanza de una vez por todas. Si quieres triunfar y conseguir todos los resultados que te has propuesto, debe concebir el éxito como un proceso, un estilo de vida, un hábito mental, una estrategia permanente. Uno ha de saber con qué cuenta y cuáles son los escollos del camino. Debes ser capaz de utilizar tu poder de una manera responsable y considerar si quieres disfrutar de la verdadera riqueza y de la auténtica felicidad.
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