EL PODER DE LA INTENCION

Una de las partes más importantes del proceso creativo se da en los resultados de las intenciones ya que sabemos que ese momento es perfecto y exactamente como debe ser. Se supone que al rendirse ante tal momento, incluso sabiendo que a pesar de que las cosas no sean como uno quiere, por lo menos, aceptándolas nos pone en la mejor posición para llegar a donde se quiere ir. ¿Pero si se permanece abierto a las posibilidades y se es paciente, se tiene aceptación y aun así las nuevas oportunidades no surgen, las circunstancias de nuestra vida no parecen cambiar y hacemos todo lo que se puede hacer desde cualquier ángulo o cuando se rinde al momento y se confia en el proceso de transformarse. O quizas sea posible que ¿Tal vez sea que tan solo sea ese el lugar a donde se pretenda estar, incluso durante semanas, meses o hasta años?

Desprenderse no es solo olvidarse de la intención o cambiar de tema. Esto significa que la mente esta ya establecida en el silencio de la conciencia pura cuando se tiene la intención, para que cuando se suelte esa intención, la mente simplemente se expanda en esa conciencia ilimitada del ser. Es el campo de todas las posibilidades lo que apoya la intención para su manifestación.

Si en esas condiciones, no se manifiesta la intención, eso significa que el tiempo no está maduro para la manifestación de la intención en conjunto con todo lo demás. Ante retrasos largos, si vale la pena que se continue con la intención o no, porque tiene todo que ver con la importancia del resultado que surja para uno. Si es algo como un trabajo o una casa, y no está sucediendo, se puede considerar si la naturaleza está diciendo que no es el trabajo en sí mismo lo que es importante, sino una sensación de logro y la seguridad lo que se busca.

Lo que tal vez se necesite modificar en la intención es reanudar el proceso. Si, la intención es algo así como encontrar una pareja, y no está sucediendo, otra vez se deberá profundizar en la necesidad interior detrás de la intención. Tal vez sea algo como "Necesito dar y recibir amor íntimo a otra persona". Dar amor requiere que se tenga algo que ofrecer y tener ese amor que surja desde dentro de uno. Cuando realmente se tiene un corazón lleno de amor, los canales gratificantes para compartir ese amor aparecerán. Por lo que la intención para una relación puede convertirse entonces tan solo en el deseo de complementar un corazón repleto de amor. Cuando esa intención se desarrolla desde un corazón amoroso, no habrá falta de amor en la vida de alguién.