COMO DESTRUIR EXCUSAS QUE TE MANTIENEN POCO SALUDABLE.

Todos y cada uno de nosotros, como seres humanos, estamos obsesionados por elegir el camino de menor resistencia. Estamos programados para conservar la energía para cuando pudieramos necesitarla y evitar riesgos, siempre que nos sea posible, porque eso es lo que les ayudó a nuestros antepasados sobrevivir (y reproducirse) en un mundo lleno de peligros desconocidos.

Lo de hoy, por el statu quo — probado, predecible y familiar — es volvernos tan cómodos. Y he ahí que cambiar se vuelve tan difícil, incluso cuando nuestras vidas dependen de cambiar.

Me refiero, por supuesto, a nuestra salud.


Como Steven Pressfield y Seth Godin lo han descrito tan correctamente, aplazamos porque en algún lugar profundo en nuestro interior, tenemos miedo a empezar. La resistencia, o nuestro cerebro de lagarto (reptiliano), luchará con uñas y dientes para mantenernos bien donde estamos. Porque cambiar es arriesgado, y donde estamos nos es mas seguro.

Pero cuando se trata de la salud, donde estamos no es seguro. Conocido, sí, pero no seguro.

Las excusas que usamos para justificar un paquete más de cigarrillos, un programa más de televisión u otro giro rápido en contra de nuestra inercia personal (es conveniente, porque tuve un día muy pesado) son las herramientas de ese miedo. Lo que nos decimos nos distrae a nosotros mismos, por hacernos sentir bien por ahora, no es nada más que una cortinilla de humo.

Es el momento de cortar a través de la neblina. Lo que sigue es una lista de cinco de las más comunes y debilitantes excusas por las que por ejemplo nos mantenemos malsananos e impotentes para cambiar. Descubrelas y otorgales el verdadero valor en tu vida.

1. "Antes de comenzar, necesito un plan."

Sin duda, la planificación es importante. Pero por ahora, son sólo dilaciones.

Uno sabe cómo van: "antes de empezar, necesito conseguir ropa de entrenamiento que me ajuste. Y los zapatos. Y unirme a un gimnasio. Y cargar algunas canciones en mi iPod. Entonces voy a tener un plan de comidas y compras, y estaré listo para empezar!"

Tal vez necesitas todas esas cosas. Pero en primer lugar, acabas de empezar.

Es fácil: salir y empezar a caminar o subirte a tu bicicleta. Ir en una dirección durante sólo cinco minutos — tan rápido como desees, o lento cuando desees. Disfruta — jugar — entonces giroa y a casa. Hacerlo nuevamente al día siguiente y un día después de, sintiéndote libre gradualmente de hacer más a medida que tu cuerpo te lo permite.

Generar cierto impulso haciendo algo pequeño cada día. Entonces y sólo entonces, debes pensar acerca de la planificación.

2. "Estoy fuera de forma, es abrumador pensar en manterme sano".

Ahora mismo, no te centres en estar en forma. Lo importante es dar el primer paso.

Mirarlo como un experimento: comprometete a comer bien o ejercitar por solo una semana, a ver cómo te va. Se curioso y se lúdico, pero realmente comprometete con ello: establece algunas reglas básicas, dicelo a otras personas y no te hagas trampa.

Olvida las metas de salud a largo plazo ahora mismo. Comienza por tomar nota de cómo te sientes, prestando especial atención a tu estado de ánimo y mentalidad, que es donde los cambios se mostrarán primero.

Cuando el momento llegue, felicitate a ti mismo por quedarte con ello. Si en este momento no estás emocionado por seguir adelante, puedes dejarlo sin sentirte culpable y cambiar tu enfoque.

Pero tal vez te sientas más ligero. Más enérgetico. Más feliz. Estos beneficios incrementables son inmediatos, no importa cuan lejos estás de lo que es tu ideal.

Así que ¿qué pasaría si hicieras esto nuevamente durante dos semanas, o 30 días? Intentalo de nuevo con el mismo compromiso fuerte y evaluate nuevamente cuando llegues al final.

La gran cosa acerca de este enfoque es que el foco se desplaza hacia el proceso, no el resultado y al mismo tiempo te impide nunca sentir que estás bloqueado en algo que no disfrutas.

3. "Yo no sé cómo cocinar, ni tengo tiempo para ello".

Te creo. No tienes que pasar dos horas cada noche en preparar una comida gourmet para tu familia, ni eres un maestro en la coincidencia de sabores y texturas para crear platos hermosos, perfectos y que también sean saludables.

Pero apuesto a que puedes seguir instrucciones. Encuentra cinco minutos para buscar recetas sencillas en algún sitio y otros más que hay en viejos recetarios de familiares y amigos. Muchos no te ocuparían ni media hora en prepararse.

Éstos son sólo algunos ejemplos de comidas deliciosas y nutritivas que no tardan mucho para hacerlas:

Batidos
Frijoles y arroz
Granolas, verduras verdes asi como habas, lentejas o garbanzos
Sopas
Guisados de cocción lenta (Como los que se hacen en las ollas especiales que se pueden dejar toda la noche)

Miralo como una oportunidad para trabajar con tus manos y estar presente en el momento, centrándote en una sola cosa en tu cocina.

Disfruta de los olores, las texturas, el proceso. Por ejemplo para mi un domingo ocasional cuando dedico tres horas a la cocina haciendo algo que me gusta cocinar o unas simples verduras desde cero es a la vez un periodo de los más meditativos para mi de toda la semana.

4. "Las personas se rien de mi cuando hago ejercicio porque estoy fuera de forma".

Algunos se podran reír. Debido a cierta inseguridad propia de ellos mismos . Pero la mayoría de la gente es tan distraída y esta tan centrada en sus propias vidas que incluso ni te observe.

Aquellos que te presten atención, se inspiraran como la inmensa mayoría, y envidiaran tu determinación. No es broma.

Más de cinco millones de personas que ven el show The Biggest Loser cada semana. ¿Lo están haciendo para reirse? No, lo ven porque les motiva, incluso si nunca toman acción.

Cuando la gente te ve trabajando duro para ponerte en forma, les recuerda que en algún lugar,ellos tienen una lucha interna propia que les impide demasiado el tan solo intentarlo. Sin darte cuenta, incluso si estás haciendo esto sólo por tí, se un líder con tu ejemplo y las personas se sentiran atraídas.

Sé que te sientes como todo el mundo como si te estuvieran mirando y te juzgaran. Pero confía en mí: en su interior,se sentiran animandos por ti de verte tan determinado.

5. "Me gustaría ejercitarme en un grupo o una clase, pero me temo no poder seguirles el ritmo".

La forma más rápida de obtener algo mejor es juntarte alrededor de personas que están obteniendo los resultados que deseas (¿lo has escuchado antes, cierto? Si deseas conocer tu peso, suma los pesos de tus cinco amigos más cercanos, dividelo entre cinco, y probablemente no estarás muy lejos.)

Pero con los grupos tambien viene el miedo de ser "un débil". El único que no pueda mantenerles el ritmo, el unico que se raja de todos los demás. La mayoría de nosotros ha estado allí en algún momento, y no es divertido.

Entonces, ¿cómo superar este miedo?

Aceptarlo y enfrentarlo. Dejaselo saber al grupo, de antemano, que piensas que podrías tener problemas para mantenerte al día. Diles que los necesitas para seguir adelante, que no te sentirías ofendido sin son insistentes contigo, sino simplemente encantado de trabajar con ellos y aprender de ellos.

Con eso, se vuelve un campo abierto, no algo de que avergonzarse. Atrás quedaran las lesiónes de un dolor potencial que al mismo te fue empujando demasiado duro y te mantuvo solo intentando para evitar la vergüenza. Y probablemente no será muy largo hasta tu tambien te encuentres a alguien para ayudarlo en todo esto que le es nuevo y con sus miedos.

Intentalo

Hoy es el momento de dar ese primer paso. Si un defecto es tu excusa y ha sido expuesto, aprovechalo ahora, antes de que el miedo puede tonarse como la mejor.

Empezar es la parte más difícil. Al empezar a experimentar resultados y se refuerzan tus nuevos hábitos, te resultara fácil. Descubrirás que entre más energía utilizas, más tienes, y ser saludable es realmente muy divertido.

Sin duda, es posible que te tropieces al principio. Estar en forma no es tan fácil como ver la televisión o comer lo que quieras. Pero está bien.

El truco es no dejarse vencer nunca, nunca quedarse abajo. Cuando te sientas confundido y desanimado, utilizalo como una oportunidad para adaptarte y mejorar, no como una razón para dejarlo y darte por vencido.

Y cuando las excusas surgen, dejalas atrás, sonríete a ti mismo y velas como lo que son: un esfuerzo desesperado de tu viejo tú, cómodo, temiendo por el cambio en el que desearía que las cosas fueran de la manera en que solían ser.

Deja de creer en tus excusas. ¡COMIENZA YA!