¿COMO DESCUBRO LAS MENTIRAS AJENAS?

DESCUBRE LAS MENTIRAS PARA LOGRAR TRIUNFAR

Nuestras creencias son planteamientos organizadores de la percepción,
específicos y coherentes. Son las elecciones básicas que
hacemos acerca de cómo vamos a percibir nuestra vida y, en
consecuencia, cómo vivirla.

El camino hacia el triunfo puede describirse así: saber
adonde quiere uno ir, emprender la acción, ver qué resultaDos obtiene y mostrarse flexible para cambiar, hasta alcanzar el éxito. Lo mismo pasa con las creencias. Hay que descubrir las creencias que fomentan los objetivos de uno, que le hacen ir hacia donde uno quiere ir. Si las creencias que uno tiene no te sirven para eso, abandonalas y prueba con otras nuevas.



Todo ocurre por su motivo y razón, y
todo puede servirnos.Por mucha retroalimentación negativa (feedback) que recibas del medio ambiente, siempre piensa en todas las posibilidades.
Piensa que todo ocurre por alguna razón y que ello te puede
servir; piensa que toda adversidad encierra la semilla de un beneficio
equivalente o mayor aún. Se necesita mucha disciplina para saber rehacer los propios pasos, aprender las lecciones dolorosas, recomponer la guardia y explorar
nuevas posibilidades. Pero es la única manera de saldar positivamente lo que prezca un resultado negativo.

La creencia en los límites produce gentes limitadas. La clave consiste en deshacerse de esas limitaciones y operar desde un conjunto de recursos más elevado. Si uno cree firmemente en una posibilidad, lo más probable es que llegará a realizarla.

No hay fracasos. Sólo hay resultados.
Las palabras «desenlace» y «resultados» porque eso
es lo que ven los solo triunfadores.La experiencia humana puede enseñar algo, y en este sentido uno siempre triunfa en todo cuanto haga.Toda persona obtiene siempre un resultado de un género u otro.Toda experiencia humana puede enseñar algo, y en este
sentido uno siempre triunfará en todo cuanto haga.Quienes creen en
el fracaso se garantizan, prácticamente, una existencia mediocre
a sí mismos. Quienes alcanzan la grandeza no perciben
el fracaso. No se fijan en él. No dedican emociones negativas
a una cosa que no sirve.Los ganadores, los líderes, los mejores (gente que tiene
el poder personal), comprenden que si uno intenta algo y el
desenlace no es el esperado, se trata en realidad de una retroalimentación:
uno utilizará esa información para ajustar más
sus distinciones acerca de lo que ha de hacer para producir
los resultados que deseaba.A veces aprendemos de nuestras equivocaciones,
y a veces de los errores ajenos.La creencia en el fracaso es un modo de «intoxicar» la mente. Cuando almacenamos emociones negativas, ello afecta
a nuestra fisiología, a los procesos de nuestro pensamiento
y a nuestro estado.El fracaso no existe; sólo existen los resultados. Uno siempre produce un resultado, y si no es el que deseaba, no tiene más que modificar sus acciones y obtendrá otros resultados nuevos.

Asumir la responsabilidad, pase lo qué pase.Los triunfadores
tienden a creer que, no importa lo que haya ocurrido, bueno o malo, ellos lo crearon.Somos nosotros quienes generamos nuestras experiencias en la vida (bien sea por la acción o con el pensamiento), y que podemos aprender de todas
ellas.Si uno no está convencido de ser el creador de su mundo, bien sea a través de sus éxitos o de sus fracasos, entonces se halla a merced de las circunstancias.Es uno es la víctima de las cosas que pasan; el objeto, y no el sujeto.


Asumir la responsabilidad es, en mi opinión, una de las
medidas que mejor definen el poder y la madurez de una
personalidad. Es también un ejemplo de cómo las creencias
sustentan otras creencias, de la capacidad «sinérgica» de un
sistema de creencias coherente.El que domina la situación tiene asegurado el éxito.Hay que decirse que el sentido de la comunicación es la reacción que uno obtiene.

No es necesario entender de todo para poder servirse de todo.los triunfadores para ver qué acciones crean concretamente para producir resultados,
nos ponemos en condiciones de copiar sus acciones (y
por tanto, sus resultados) en mucho menos tiempo. El tiempo
es una de esas cosas que nadie puede crear para uno.
Pero los triunfadores, invariablemente, resultan muy avaros
de su tiempo. Van a lo esencial de cualquier situación, sacan
lo que necesitan y no se entretienen con lo demás.Pero permanecen siempre conscientes de cuánto necesitan saber, siempre al tanto de lo que es esencial o superfluo. Quienes tienen éxito se caracterizan por su especial habilidad
para distinguir entre lo que tienen necesidad de entender y lo que no.Los
triunfadores no son necesariamente los que poseen más información
o más conocimientos.


Nuestros mayores recursos son los recursos
humanos.El camino para triunfar pasa por establecer un equipo que funcione y colabore bien.Estos éxitos reflejan las maravillas que pueden
conseguirse cuando se respeta a las personas, en vez de limitarnos
a tratar de manipularlas.Lo mismo pasa en la vida. Hemos de
permanecer siempre alerta, rectificar nuestra conducta y recalibrar
nuestras acciones para estar seguros de ir adonde
queremos.

Las claves para triunfar consisten en celebrar un matrimonio perfecto entre lo que uno hace y lo que a uno le gusta. Pablo Picasso dijo una vez: «Cuando
yo trabajo, descanso; lo que me fatiga es no hacer nada o recibir
visitas».«El secreto del éxito está en convertir la vocación en vacación».Si uno es capaz de encontrar maneras creativas de
hacer su trabajo, eso te ayudará a progresar hacia trabajos
aún mejores.Lo que sugiero es que tanto el mundo personal como el laboral se enriquecen cuando uno les aporta la misma vitalidad y la curiosidad que pone
en sus juegos.


No hay éxito duradero sin una entrega personal.Los individuos que han triunfado creen en el poder de la dedicación.No se produce ningún
éxito duradero sin un gran compromiso.«Perseguir una meta, sin descanso, ése es el secreto del éxito».La Fórmula del Éxito Definitivo: saber el desenlace que uno quiere, modelar lo que pueda servir, actuar, desarrollar la agudeza para saber por dónde va y seguir perfeccionándola hasta llegar adonde pretendes. Utilizar constantemente el compromiso de ser excelente como una fuerza motora que se aplica a todo lo que hace.¿Qué pasa cuando uno tiene
creencias que no sirven de ayuda? ¿Qué, si son negativas y
no positivas? ¿Acaso puede uno cambiar de creencias?El primer paso: tomar conciencia.El segundo paso es el de la acción: aprender a
controlar las representaciones y convicciones internas; aprender a dirigir el propio cerebro.