CUANDO ESCRIBO.....

ALGUNA VEZ TE HAS SENTIDO TAN BIEN..... QUE INCLUSO PARECE QUE TODO LO QUE HACES Y LAS COSAS TE ESTAN SALIENDO DE MARAVILLA, EN UNA SITUACION ASI , TODAS LAS ACTIVIDADES QUE EMPRENDEMOS NOS PARECEN TAN FACILES....SE SIENTE UNO INCREIBLEMENTE CREATIVO Y COMO QUE LA SUERTE ES NUESTRA ALIADA....ADEMAS NOS EMBARGA UNA GRAN FELICIDAD, BUENO, ES AHI, SI PRECISAMENTE EN ESOS "MOMENTOS MAGICOS", QUE YO APROVECHO PARA ELABORAR CADA UNA DE LAS ENTRADAS DE MI BLOG O BITACORA Y LAS QUIERO COMPARTIR CONTIGO....CUANDO NO ME SIENTO SINCERAMENTE FELIZ SIMPLEMENTE NO ESCRIBO........

lunes, 1 de noviembre de 2010

QUIERO SER EXCELENTE, ¿COMO LE HAGO?





















¿COMO NOS CONVERTIMOS EN EXCELENTES?
La fé como cualquier principio, guía, aforismo, convicción o pasión que pueda suministrar sentido y orientación en la vida. Hasta cierto punto la fé es en lo que creemos y basamos muchas cosas. Las creencias son los filtros
predispuestos, organizados, de nuestra percepción del mundo.
Las creencias son como los gobernadores del cerebro.

«La persona que tiene fe posee más fuerza que otras noventa y nueve que sólo tengan intereses».Una creencia comunica una orden directa al sistema
nervioso; cuando uno cree que algo es verdadero, literalmente
se pone en un estado tal como si lo fuese.Las creencias pueden ser la fuerza más
poderosa para hacer el bien en la vida;La fe nos ayuda a obtener de nosotros
mismos los recursos más profundos, y las creencias son la brújula y los mapas que nos guían hacia nuestros objetivos y nos inspiran la confianza en que
sabremos alcanzarlos, dirigirlos en sentido favorable al objetivo buscado,con unas creencias firmes que sirvan de guía, uno se ve capaz
de emprender la acción y de dar forma al mundo en que desea
vivir. La fe ayuda a ver lo que uno quiere y confiere energías
que ayudan a obtenerlo.

Para modificar nuestro comportamiento hemos de empezar por nuestras propias creencias.Pero es evidente que las creencias (representaciones internas
congruentes) controlan la realidad incluso al nivel fisiológico.Lo que cuenta en este caso tampoco es la realidad, sino la creencia, la comunicación directa e incuestionada al sistema nervioso. El cerebro, sencillamente, se limita
a hacer lo que le dicen.Por eso se dice que: «Los fármacos no siempre son necesarios.
La fe en la curación siempre lo es».


El nacimiento de la excelencia empieza cuando nos damos
cuenta de que nuestras creencias son una opción,una
creencia puede ser elegida conscientemente.Podemos elegir
las que nos limiten o las que nos estimulen; el quid de la cuestión está en elegir aquellas creencias que nos conducen al éxito y a los resultados que deseamos, dejando de lado al mismo tiempo las que pudieran desviarnos o frenarnos.


La fe es la puerta de entrada a la excelencia precisamente porque no tiene nada de
irreal ni de estático.Nuestra fe determina nuestra capacidad para liberar
nuestras potencialidades.Cuando uno dice «pero si no
sé...», le envia a su cerebro la orden de no ver las cosas. En psicología
esto se llama «escotomizar».


¿Qué son las creencias? Son planteamientos preformados y preorganizados de la percepción, que filtran de una manera coherente nuestra comunicación
con nosotros mismos.El medio, el ambiente en que uno vive, puede ser el origen
más poderoso de las creencias, pero no el único. Pues, si lo
fuese, viviríamos en un mundo estático, donde los hijos de
los ricos no conocerían sino la prosperidad y los hijos de los
pobres no se elevarían jamás por encima de su condición.


Otra manera de fomentar las creencias es a través del
conocimiento.

Una manera más en que se crean resultados es a través de
nuestros resultados anteriores. El método más seguro de suscitar
dentro de uno mismo la fe en la propia capacidad para
hacer algo es haberlo hecho antes, aunque sólo haya sido una
vez. Sólo con que se triunfe una vez, resulta mucho más fácil
consolidar la creencia de que uno podrá repetir ese triunfo.
Se ha de tener fe en que uno puede, y ello se convierte en otra «profecía que se cumple
así misma».


De igual manera al establecer creencias consiste en reinventarse mentalmente la experiencia futura como si ya se hubiese realizado.
Con ello lo consideramos posible,y también puede servir para ello la
experiencia imaginada sobre cómo deseamos que sean las
cosas futuras. A esto se le llama experimentar los resultados
por anticipado
, basta imaginar simplemente el
mundo tal cormo uno querría que fuese y ponerse en esa
experiencia, con lo que cambian los estados, las creencias y
las acciones, cualquiera que sea su objetivo, si se forma uno
una imagen mental clara del resultado que desea, y se lo representa como si ya lo hubiera conseguido, se situará en la clase de estado que le ayudará a obtenerlo.

Los acontecimientos, grandes o pequeños, pueden dar forma a las creencias.
La primera fuente es el ambiente que nos rodea.
Uno no es una hoja marchita arrastrada por el viento. Uno
puede controlar sus creencias y también la manera en que
quiera modelar a otros. Puede dirigir conscientemente su
vida, y cambiar.


Una de las premisas en que nos fundamos es que cualquier
juicio que uno exprese tiene su momento, y ha de considerarse
en relación con la época en que se formula. No es la
declaración de una verdad universal, sino algo verdadero
únicamente para una persona determinada en un momento determinado.
Nuestra vida se rige por creencias sobre posibilidades
de éxito o de felicidad que hemos ido espigando
inconscientemente durante años.
La clave consiste en plantearnos
esas creencias y comprobar si «colaboran» con nosotros,
si van a nuestro favor, si son eficaces y nos suministran
recursos.


Si quiere uno triunfar, see aconseja que escojamos las
creencias con atención en vez de andar por ahí como un papel atrapamoscas, recogiendo cualquier creencia que se le quede
pegada. Es importante darse cuenta de que los recursos
que movilizamos y los resultados que obtenemos forman
parte de un proceso dinámico que empieza por la fe.


El fracaso llama al fracaso. Las personas infelices y cuya vida «está
rota», como suele decirse, han estado tanto tiempo privadas
de los resultados que desean, que ya no creen ser capaces de producirlos.


Consideremos la cuestión uno cree, con todas las fibras de su
ser, que va a triunfar. Si comienza con esa comunicación clara y directa de lo que cree verdadero, ¿qué proporción de su potencial utilizará? Una buena parte, probablemente.Uno está animado, lleno de energía, ve grandes posibilidades
de éxito, ataca con toda la artillería. Al dedicar un esfuerzo
de esta categoría, ¿qué resultados se producirán? Es más
probable que sean bastante buenos. ¿Y cómo influye esto en
su confianza de poder obtener grandes resultados en el futuro?
Es todo lo contrario del círculo vicioso que describíamos
antes. En este caso el éxito llama al éxito y genera más éxito.
Y cada triunfo crea más fe y más vigor para triunfar a una escala
todavía más amplia.A veces no hace falta tener una fe tan tremenda para
triunfar en algo. En ocasiones, los individuos producen resultados
sobresalientes sencillamente porque ignoraban que
la cosa fuese difícil o imposible. Es decir que a veces basta
con la ausencia de convicciones limitativas.Cuando uno se ve capaz de hacer lo que antes creía imposible, por fuerza ha de reconsiderar todo su sistema de creencias.


La vida es al mismo tiempo más sutil y más complicada de lo que muchos creen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tanto a mi como a los que visitan el blog nos gustaria saber que opinas de las entradas, animate dejame un comentario........LO PUEDES HACER DE MANERA ANÓNIMA!!