Una vida llena de sentido y la alegría puede ser tuya

La forma más rápida de encontrar felicidad y alegría es simple: Encuentra una manera de servir.

A continuación les narraré una historia que leí. En los E.U. hay una Academia del Éxito que otorga un reconocimiento anual, uno de tantos beneficiarios anteriores ha sido Ken Behring, autor de Camino al Objetivo: El viaje de un hombre dando esperanzas a millones para encontrar un propósito en su camino. Él posee una riqueza aproximada de unos 500 millones de dólares. Durante su discurso, él dijo que su vida había pasado por cuatro etapas. La primera etapa se trataba de "cosas". Pensaba que si tenía derecho a lo material se volvería y estaría feliz. Así que compró casas, coches, un yate, un avión es decir todos los juguetes habituales que suele poseer un millonario-y sin embargo, no era feliz.

Describió la segunda etapa de su vida como la adquisición de "Mejores Cosas." Él a pesó que sería más feliz si tuviera una casa mejor, un mejor coche, un avión más grande, y así sucesivamente. Así que se los compró. Pero todavía no era feliz. Entonces pensó que tal vez se había centrado mal en las cosas, por lo que se embarcó en la tercera etapa de su vida, la cual llamó la de las "Cosas diferentes". Esto es, cuando se unió con un amigo y compraron los Halcones Marinos de Seattle. Pensó con seguridad que si él era co-propietario de un equipo de fútbol profesional, sería feliz. Pero él no lo era. ¿Qué hacer?

Fue en esta época cuando un amigo invitó a Ken a unirse a él y subirse a su jet privado para volar a Europa y entregar sillas de ruedas a niños que habían nacido sin extremidades o que habían perdido sus piernas como consecuencia de haber pisado una mina. Ken aceptó la invitación. Fué asi que al llevar esperanza y libertad a estos niños lo hizo realmente feliz por primera vez en su vida. Cuando regresó a casa, comenzó la Fundación Silla de Ruedas, que ya ha entregado más de 750.000 sillas de ruedas a niños y adultos de todo el mundo.

Ken narra de uno de sus primeros viajes para regalar sillas de ruedas, cuando tomo a un niño invalido de once años que vivía en México y suavemente lo puso en una silla de ruedas. Cuando iba a salir y buscar otra silla de ruedas para uno de los otros niños, el niño no lo soltaba de la pierna. Cuando Ken se dio la vuelta para enfrentarse a él, el muchacho le dijo entre lágrimas: "Por favor no te vayas todavía. Quiero tener en la memoria tu cara, así que cuando nos volvamos a encontrar en el cielo, te lo agradeceré una vez más. ", menciona Ken que en ese momento experimentó la alegría más pura. Más tarde nos dijo: "Cuando veo la felicidad en los ojos de las personas que reciben una silla de ruedas, me parece que esto es lo más grande que he logrado en mi vida." Contribuir a los demás es la manera más rápida que conozco para infundir a tu vida con un amor auténtico y llena de alegría.