CUANDO ESCRIBO.....

ALGUNA VEZ TE HAS SENTIDO TAN BIEN..... QUE INCLUSO PARECE QUE TODO LO QUE HACES Y LAS COSAS TE ESTAN SALIENDO DE MARAVILLA, EN UNA SITUACION ASI , TODAS LAS ACTIVIDADES QUE EMPRENDEMOS NOS PARECEN TAN FACILES....SE SIENTE UNO INCREIBLEMENTE CREATIVO Y COMO QUE LA SUERTE ES NUESTRA ALIADA....ADEMAS NOS EMBARGA UNA GRAN FELICIDAD, BUENO, ES AHI, SI PRECISAMENTE EN ESOS "MOMENTOS MAGICOS", QUE YO APROVECHO PARA ELABORAR CADA UNA DE LAS ENTRADAS DE MI BLOG O BITACORA Y LAS QUIERO COMPARTIR CONTIGO....CUANDO NO ME SIENTO SINCERAMENTE FELIZ SIMPLEMENTE NO ESCRIBO........

viernes, 14 de enero de 2011

Creo que me enganche con dos a la vez.


Parecería que dadas ciertas condiciones (aún no determinadas por la ciencia oficial y rigurosa), nuestro cerebro pudiera manejar dos canales simultáneos de intercambio pasional! afectivo y multiplicar por dos la energía amorosa, las vivencias afectivas, cognitivas y comportamentales de quien padece esta doble afectividad se superponen y confunden. En esencia, los dos amores producen los mismos efectos, como si el cuerpo no pudiera considerar por separado los polos del conflicto.Todos estamos de acuerdo, al menos en términos prácticos, en que lo ideal sería no abrir sucursales afectivas.Sin embargo, no hay nada más subversivo que el amor, nada más impredecible y sorprendente.A veces el doble amor dura poco, pues sólo se trata de química concertada y transitoria, ebullición desordenada y vibrante.




La relación de amantes (estable, permanente y reiterativa) es la más fuerte de las estafas sentimentales y la que mayores consecuencias psicológicas conlleva.No hay nada más terrible que descubrir que la pareja que se ama abrió una sucursal afectivo/sexual a nuestras espaldas. Aunque el infiel también sufre (culpa, miedo, reproches, inseguridad), la víctima del engaño lo hace mucho más. La infidelidad, aunque no se vea, siempre se siente.La certeza de estar con alguien confiable es fundamental para establecer cualquier vínculo interpersonal saludable.




La confianza básica, y sólo puede alcanzarse cuando se cumplen estas afirmaciones.


a Estarás ahí cuando te necesite.
b. Me Protegerás cuando sea necesario hacerlo.
c. Serás sincero en lo fundamental.
d. Nunca, y en ninguna circunstancia, me harás daño intencional.




Un compromiso de lealtad afectiva gira alrededor de estos cuatro elementos, los cuales suelen ser tácticos, no negociables y ni siquiera discutibles. Cuatro "sí", en vez de uno. Cuando alguno de ellos no se cumple, estamos "durmiendo con el enemigo". Cuando una persona amada nos decepciona, la consecuencia parece inevitable y natural: un rayón en el disco duro y una alteración de la confianza básica.La experiencia demuestra que con el amor no basta. Debemos tener, al menos, claridad en dos puntos fundamentales: a) qué tanto estamos enamorados, y b) qué tanto nos conviene la relación, ¿de qué sirve el amor si la convivencia es un infierno?El
ser humano no nació para estar solo. Entonces, la pregunta que surge es: Si tanto nos gusta casarnos, ¿por qué no lo hacemos bien?



Somos menos anónimos en las relaciones y la forma como se establecen los lazos permite mayor compenetración. La curva de las decepciones posmatrimoniales sigue en aumento y más acelerada. Pero la causa ya no es un problema de ignorancia, sino de sobrevaloración afectiva. Pensamos que el amor todo lo puede.Desgraciadamente el matrimonio nada tiene de milagroso o de mágico, por el contrario, hay veces en que el efecto es amplificador. Las pequeñas carencias del noviazgo pueden multiplicarse por mil, a los tres o cuatro años de casados.Quizá, la mejor opción sea que la mente y el corazón hagan las paces. Dejar que la sensatez module el amor sin perder el impulso y hacer que la pasión se vuelva inteligente, sin olvidar la excitante "locura" que le es propia. Cuando estamos mal con la pareja, nos sentimos solos o estamos bajo los rigores del despecho. La memoria se revuelca y el primer amor surge desde las cenizas.En el amor, los asuntos sin terminar y las idealizaciones románticas son peligrosos porque nos alejan de la realidad.

¿Porque nos cuesta amar a los hombres?

El hombre tierno y cariñoso es molesto para los demás varones (nos confronta) y altamente sospechoso para ciertas damas ("demasiado" afectuoso).

Creo que los hombres tenemos el potencial necesario para ser "buenos amadores" y entregados en alma y mente (nadie duda que también en cuerpo ), pero al menos tres tipos de conflictos están obstaculizando nuestra capacidad de amar.El primero se refiere a la exaltación de la agresión masculina en detrimento de la expresión de sentimientos positivos.No se trata de volvernos afeminados y hacer alarde del complejo de Peter Pan, sino de aceptar que, además de luchar por lo que creemos, debemos cuidar lo que queremos.

El segundo corto-circuito surge de nuestra relación con el sexo opuesto, tanto externa como internamente,hacer las paces con la feminidad, esté donde esté. No pelear en la convivencia ni reprimir el lado blando, delicado que acompaña nuestro ser. Nos guste o no, en algún lugar de nuestra orgullosa virilidad los géneros se superponen.


Tercera querer no es sinónimo de sexualidad. El deseo es un complemento de la unión
afectiva, necesario para la mayoría de los sujetos, pero insuficiente por sí mismo para abastecer una relación de pareja.



Resumiendo:Existen tres tropiezos donde el amor se enreda y a veces se pierde: el culto a la violencia, la negación y la lucha con lo femenino, y la adicción sexual.

El amor tiene un lenguaje especial que no siempre puede verbalizarse. En el amor, las emociones desconocen la razón y se mandan a sí mismas. Lo cierto es que la comunicación amorosa no puede contenerse en ninguna frase,porque la letra es otra. Sus enunciados son los balbuceos, los suspiros, uno que otro gruñido bien intencionado y los consabidos alaridos. Hay que dejar de lado él: "Yo pienso que tú estás pensando que yo estoy pensando que tú pensabas...". Si tan solo nos enseñaran a una ternura silenciosa que invada la relación: tendríamos muy poco que explicar y casi nada qué aclarar.

Por otra parte, la soledad afectiva puede alterar el normal funcionamiento de la mente. Cuando la necesidad es grande, la psiquis humana crea realidades virtuales. Los individuos obsesivos son más propensos a inventar relaciones y a conectar cabos sueltos de manera equivocada. Una sonrisa puede interpretarse como una insinuación, un saludo efusivo como coqueteo y un detalle como la confirmación de que "se está muriendo por mí". Haciendo gala de un ingenio sorprendente, estos personajes conciben amantes potenciales por todos lados. El planeta está lleno de mujeres que creen que los hombres quieren casarse con ellas y de hombres que suponen que las mujeres desean acostarse con ellos.




Fabricamos quimeras amorosas y/o sexuales con una facilidad increíble,casi siempre hay un ser que lucha desesperadamente por fortalecer un ego alicaído, producto de una historia de humillación y abandono.El amor delirante no es amor, sino una enfermedad de la mente. Es la expresión eufórica de un egoísmo en el que el supuesto amante no es más que un objeto del placer. Quizá sea mejor conformarse con el amor terrenal. Ese sentimiento incompleto y humano que no toca estrellas ni evoca suspiros, pero que nos sacude el alma.

1 comentario:

  1. Muy cierto, muy real... me encantò.. ciertamente no podemos ir por ahì, solo con las mariposas en el estòmago, si keremos construir algo verdadero hay ke involucrar al cerebro... ambos cerebros y ambos corazones...

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