CUANDO ESCRIBO.....

ALGUNA VEZ TE HAS SENTIDO TAN BIEN..... QUE INCLUSO PARECE QUE TODO LO QUE HACES Y LAS COSAS TE ESTAN SALIENDO DE MARAVILLA, EN UNA SITUACION ASI , TODAS LAS ACTIVIDADES QUE EMPRENDEMOS NOS PARECEN TAN FACILES....SE SIENTE UNO INCREIBLEMENTE CREATIVO Y COMO QUE LA SUERTE ES NUESTRA ALIADA....ADEMAS NOS EMBARGA UNA GRAN FELICIDAD, BUENO, ES AHI, SI PRECISAMENTE EN ESOS "MOMENTOS MAGICOS", QUE YO APROVECHO PARA ELABORAR CADA UNA DE LAS ENTRADAS DE MI BLOG O BITACORA Y LAS QUIERO COMPARTIR CONTIGO....CUANDO NO ME SIENTO SINCERAMENTE FELIZ SIMPLEMENTE NO ESCRIBO........

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿COMO PUEDO SER MI PROPIO TERAPEUTA?


Por lo general no es que las personas carezcan de recursos, sino que carecen del control sobre sus recursos. En realidad, una vez que se entienden los fundamentos básicos de cómo funciona el cerebro, uno puede convertirse en su propio
terapeuta y consejero psicológico y producir resultados más eficaces esto empieza, a mi modo de ver, por crear un nuevo modelo para el proceso de cambio.

No es necesario volver a pasar por las vivencias dolorosas para cambiar nuestro estado. Lo que hemos de hacer es cambiar la representación interna negativa
por otra positiva, que se movilice automáticamente y nos conduzca a obtener resultados más eficaces.

La PNL contempla la estructura, no el contenido de la experiencia humana. Si bien, desde un punto de vista personal,podemos simpatizar con ella, en realidad lo ocurrido nos importa un rábano. Lo que sí nos importa, y mucho, es cómo
hemos construido en la mente lo que ocurrió. ¿En qué se diferencia tu modo de producir un estado de depresión del que da lugar a uno de éxtasis? La diferencia principal está en la manera de estructurar las representaciones internas.


Nada tiene ningún poder sobre mí, a no ser el que yo
mismo le concedo mediante mis pensamientos conscientes.



Estructuramos nuestras representaciones internas a través
de nuestros cinco sentidos: la vista, el oído, el tacto, el
gusto y el olfato. O, dicho de otra manera, experimentamos el mundo en forma de sensaciones visuales, auditivas, cenestésicas, gustativas y olfativas. Es decir, que cualquier experiencia que tengamos almacenada en nuestra mente se ha de
representar por medio de estos sentidos, en particular a través de las tres modalidades predominantes, que son los mensajes ópticos, acústicos y cenestésicos.


Los «ingredientes» de todas las experiencias humanas derivan de
nuestros cinco sentidos, o «modalidades». Aprender cómo cambiar
concretamente nuestra manera de representarnos las
cosas, de tal manera que potencien nuestros sentidos y la creación
del tipo de comportamiento que fomentará la consecución
de nuestros objetivos, lo que nos representamos.


Casi todos nosotros tenemos ciertas submodalidades claves que desencadenan
reacciones inmediatas en nosotros. Una vez que hemos descubierto las diferentes maneras en que nos representamoslas cosas y cómo nos afectan, podemos asumir el gobierno de nuestra propia mente y empezar a representárnoslas a fin de que solo nos estimulen y den poder, en vez de limitarnos. Uno puede cambiar el efecto que cualquier experiencia de su vida tiene sobre uno mismo.Uno, si quiere, puede dirigir su cerebro de la misma manera, para generar cualquier estado o conducta que
favorezca a sus objetivos o necesidades superiores.


En esencia, uno puede vivir de dos maneras. O bien deja
que su cerebro siga gobernándole como venía sucediendo en
el pasado
; en estas condiciones, cuando aquél transmite alguna
imagen, sonido o sensación, uno responde automáticamente
a la sugestión como el perro de Pavlov respondía al timbre. O bien puede uno optar por dirigir conscientemente su propio cerebro, por implantar las sugestiones que le convengan, por tomar las experiencias y las imágenes desagradables
y privarlas de su poder e influencia. Puede representárselas a sí mismo de tal manera que dejen de dominarle, "reduciéndolas" a unas dimensiones que le permitan manejarlas eficazmente.

Nada es tan bueno ni tan malo; es el pensamiento el que lo hace tal.El reino de uno esta en su cerebro.Recuerda que, en realidad, no sabemos lo que es la vida, sino sólo lo que representa la vida para nosotros


¿Te has visto atormentado alguna vez por un diálogo interno incesante, por una de esas situaciones en que el cerebro se niega a callar? Muchas veces nuestro cerebro
dialoga consigo mismo, interminablemente, como cuando sopesamos los pros y los contras de algún asunto, o cuando tratamos de hallar el argumento que nos daba la razón definitiva en una antigua discusión, o de ajustar cuentas con un antintiguo adversario. Cuando esto te ocurra, basta con bajar el volumen. Haz que la voz suene dentro de tu cabeza cada vez más suave, más lejana y más débil.A medida que vayas adquiriendo conciencia de tus propias modalidades, aprenderas a mejorar tus percepciones por medio de lo que se llama la «superposición». Esto significa que si uno es un tipo predominantemente auditivo, por ejemplo, para recobrar una experiencia te convendria empezar por evocar todas las sugestiones acústicas. Es decir, al principio recordarías lo que oiste en tal situación. Una vez puesto en ella y establecida una representación interna rica y potente, es mucho más fácil trasladarse al marco de referencia óptico para elaborar las submodalidades visuales o al marco cenestésico para experimentar las submodalidades táctiles y propioceptivas.

Toma las cosas que te motivaban (llamémosle la experiencia número 1) y la que desearías que te motivase(y que será la experiencia número 2) , y contémplalas simultáneamente.Una vez adquirida esta nueva conciencia de saber cómo se
hacen las cosas, puedes empezar a dirigir el propio cerebro y crear los estados que te favorecen para alcanzar la calidad de vida que deseas y mereces. Al fin de cuentas, la frustración, la depresión o el éxtasis no son objetos materiales.
Son procesos creados por determinadas imágenes y sonidos mentales, así como por actos físicos, todo lo cual controlas tú, consciente o inconscientemente.¿Qué sucedería si se te planteases todo lo que aborreces, pero te consideras obligado a hacer, y lo vinculases con las submodalidades del placer? Recuerda que los casos caracterizados por una sensación intrínseca son muy pocos.


¿Qué te parecería eso de tomar todos sus problemas y reducirlos de tamaño, además de poner alguna distancia entre ellos y tú? Las posibilidades son infinitas. ¡Uno es quien manda! hay una técnica que se llama el patrón del tris-tras. Sirve para tratar gran número de problemas crónicos y hábitos perjudiciales que se crean las personas. Con el patrón del tris-tras se toman las representaciones internas que nos colocan en un estado de impotencia, y se disparan automáticamente otras representaciones internas nuevas que nos ponen en pleno dominio de nuestros recursos tal como deseábamos.


Primera fase: Identifica el comportamiento que deseas cambiar. Luego, fórmate una representación interna de dicho comportamiento como si lo estuvieses viendo con tus propios ojos.

Segunda fase: Una vez se tienes una imagen clara del comportamiento
que se quiere cambiar, es preciso formarse una representación diferente, una imagen de uno mismo tal como sería si el cambio deseado se hubiese realizado ya, y de lo que
tal cambio significaría para uno. Esta imagen de uno mismo en un estado deseado debe ser de tipo disociado.

Tercera fase: En un «tris-tras», permuta las dos imágenes
de manera que la experiencia torpe y triste dispare automáticamente la experiencia de seguridad y dominio. Cuando se ha conseguido montar este mecanismo de disparo, cualquier suceso de los que desencadenaban en tí el deseo suscitará luego un estado distinto, en el que aspirará a la aproximación hacia esa imagen ideal de uno mismo. Es decir, le habrá abierto a tu cerebro un camino totalmente distinto para reaccionar frente a lo que en el pasado suscitaba una reacción negativa.


He aquí cómo se hace el tris-tras: empieza formándote una imagen brillante y grande del comportamiento que quieres cambiar. Luego, en el rincón de abajo a la derecha de
esa imagen, superpon otra imagen pequeña y oscura, la de cómo quieres llegar a ser. Ahora tome esa imagen pequeña y, en menos de un segundo, aumenta el tamaño y el
brillo «chafeando» literalmente la imagen del comportamiento que quieres abandonar. Al mismo tiempo, pronunciarás la palabra «chazzzzzzzzz» con todo el vigor y el entusiasmo que puedas,al decir «chazzzzzzz» con gran énfasis uno le envía a su cerebro una serie de poderosas señales positivas.

Una vez hayas construido mentalmente las imágenes, el proceso de sustitución debe efectuarse por completo en menos tiempo del que necesite para decir «chazzzzzz», y ya tiene uno delante una imagen grande, brillante, nítida y coloreada de cómo desea ser. La vieja imagen de lo que uno era ha quedado aplastada y hecha polvo.La clave para implantar este patrón reside en la velocidad y en la repetición frecuente. Los resultados asombrosamente rápidos que produce el patrón tris-tras se deben a ciertas tendencias del cerebro.

Nuestra mente tiende a evitar las cosas desagradables y a apegarse a las agradables.En el momento de disparar se dirá «chazzzzz» en voz alta, contemplando
cómo se rompe esa vieja imagen de lo que éramos cuando sufríamos por culpa de nuestras limitaciones. No olvides que tu mente puede ir contra las leyes del universo, en un sentido que es crucial: puede retroceder hacia el pasado. No ocurre lo mismo con el tiempo real ni con los hechos, y sin embargo la mente puede.

La clave consiste en cambiar tu estado, en retroceder y ponerse en un estado que
te permita conseguir que se hagan las cosas. Lo cual puede hacerse por el procedimiento de reubicar o resituar las representaciones internas.Hay que ser el dueño y soberano de uno mismo, de dominar y dirigir el propio cerebro.Lo que podría ser tu vida si recordases todas tus experiencias felices como imágenes brillantes, próximas y llenas de color, como sonidos internos, cálidos y reconfortantes, con modalides alegres, rítmicas y agradablemente melodiosas,y tus experiencias negativas quedasen registradas como viejas instantáneas pequeñas, borrosas, como voces casi inaudibles y formas insustanciales que, por excesivamente remotas, han dejado de afectarte. Esto lo hacen los triunfadores de manera inconsciente. Saben cómo aumentar el volumen de lo que les favorece y cómo cortar la voz a lo que les perjudica.


Por ejemplo nadie está siempre deprimido. La depresión no es una situación
permanente como la de quedarse manco o cojo. Es un estado, y las personas pueden entrar en él o dejarlo. Algunas personas toman sus experiencias felices del momento y las distancian como si hubieran ocurrido hace mucho tiempo; en cambio, nunca se apartan mucho del pensamiento de sus problemas. Tal vez hayas oído esta expresión: «Tengo necesidad de distanciarme un poco de mis problemas».Las personas que se sienten deprimidas a menudo tienen la cabeza llena de imágenes grandes, vocingleras, próximas e insistentes de los malos tiempos, y apenas una vieja foto gris y confusa de los buenos. Eso no podemos cambiarlo instalandonos en los malos recuerdos; hay que cambiar las submodalidades, que forman la propia estructura de los recuerdos.

El paso siguiente consiste en asociar lo que te hacía sentirte mal a uno con las nuevas representaciones que te hacen sentirte capaz de afrontar los desafíos de la vida con decisión, humor, paciencia y energía. Muchas veces se comprende más fácilmente una cosa en un relámpago de claridad que en años de meditación. Así trabaja el cerebro. En cambio, si un día viéramos un fotograma, y al cabo de una hora otro, y dos o tres días después un tercero, seguramente no sacaríamos nada en limpio. El cambio personal sigue un proceso parecido. Si uno hace algo, si produce
un cambio en su cerebro ahora mismo, si modifica su estado y su comportamiento, se habrá demostrado a sí mismo, de la manera más espectacular, lo que se puede hacer,
con lo cual recibe un impulso más poderoso que si se dedicase a meditar angustiosamente durante un mes.


La física cuántica nos enseña que las cosas no varían gradualmente a lo
largo del tiempo, sino en saltos discontinuos llamados cuánticos.
Nosotros saltamos de un nivel de experiencia a otro. Si a uno no le gusta lo que siente, cambia la manera en que percibes las cosas.


Uno de los ejemplos mas clásicos es el del enamoramiento,
uno de los más notables es el que consiste en «asociarse
» con todo lo que a uno le gusta de la persona amada y disociarse de todo lo demás.
El enamoramiento puede ser un estado embotador y desorientador, porque no es equilibrado; uno no establece un balance de las cualidades buenas y malas de la persona para pasarlo por un ordenador y ver lo que sale, sino que se asocia totalmente con el pequeño número de rasgos de esa persona que a uno le intoxican. En ese momento ni siquiera percibe los «defectos» de la misma.



¿Por qué se estropean las relaciones?
Eso, naturalmente,
depende de muchos factores. Uno de ellos puede ser que deja
uno de asociarse con los rasgos de la otra persona que al principio
le gustaban. Lo que suele ocurrir en realidad es que uno
llega a asociarse con todas las experiencias desagradables sufridas
en la relación con ella,
mientras se disocia de los ratos
agradables que se compartieron.


Ante cualquier patrón de comunicación hay que hacer un
alto de vez en cuando y preguntarse: «Si continúo representándome
las cosas de esta manera, ¿qué voy a conseguir en la vida? ¿Hacia dónde me conduce mi comportamiento actual, y hacia dónde quiero ir?
Ha llegado el momento de examinar el resultado que obtengo con mis acciones mentales y físicas. No sea que más adelante descubras que has ido a parar adonde no querías, por culpa de algo tan fácil de cambiar y rectificar.La disociación tiene ciertas ventajas; cuando
procura uno mantenerse alejado de emociones intensas acerca de determinadas cosas, dispone de más recursos para tratar de controlar la situación.


Si la inmensa mayoría de las representaciones internas fuesen totalmente asociadas, emocionalmente uno podría quedar hecho un guiñapo y tendría grandes dificultades
en hacer frente a la vida, que no siempre está llena de cosas divertidas, fáciles ni agradables. No hay que permitir que nos afecten demasiado; las personas excesivamente asociadas con todo lo que les pasa resultan vulnerables en exceso y además se lo toman todo de una manera demasiado personal.

Podemos controlar cualquier representación de las que nos formamos en nuestro cerebro. ¿Recuerdas lo aprendido sobre el poder de nuestras creencias? Decíamos que no se nace con unas creencias y que éstas siempre se pueden cambiar. Cuando éramos niños creíamos algunas cosas que ahora nos parecen ridiculas. Y terminábamos diciendo sobre las creencias con una pregunta esencial: ¿cómo adoptar las creencias que nos capacitan y deshacernos de las que nos perjudican? El primer paso consistía en darse cuenta de sus poderosos efectos sobre nuestra vida.Si uno cambia la estructura de cómo se representa algo a sí mismo, cambiará también lo que siente acerca de ello y por tanto la estimación que le merecen sus experiencias vitales. Uno puede representarse a sí mismo las cosas de una manera que invariablemente favorezca su capacidad, ¡ahora mismo!



Recuerda que una creencia es un estado emocional fuerte,
una certeza que se tiene acerca de determinadas personas, cosas, ideas o experiencias de la vida
. ¿Cómo se ha creado esa certeza? A través de las submodalidades específicas. Cuando uno está seguro de algo, ¿le parece que lo ve oscuro, desenfocado, diminuto y lejano... o todo lo contrario?

El cerebro tiene además un sistema de archivo. Algunos individuos almacenan a la izquierda las cosas en que creen, y a la derecha aquello acerca de lo cual no se sienten seguros. Este cambio de creencias se realiza, sencillamente, al contrastar
cómo nos representamos aquello que consideramos absolutamente cierto en comparación con lo que no nos lo parece tanto.Todo estriba en averiguar cuáles son las submodalidades clave para uno o para la persona a quien uno desea ayudar a cambiar; luego hay que aplicarse a la utilización de esas herramientas con la perseverancia
necesaria.Tan pronto como uno conoce qué señales producen determinados resultados en su cerebro, puede llegar a sentirse como quiera prácticamente en cualquier situación.

Es muy variado el conjunto de los filtros de la experiencia humana que pueden determinar o afectar a la capacidad para preservar las representaciones internas nuevas..., e incluso para llevar a cabo cambios iniciales. Estos filtros guardan relación con lo que valoramos más y con los beneficios inconscientes que quizás obtenemos de nuestro comportamiento actual.

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