Todos deseamos que nuestra vida cambie y que nuestra realidad se transforme mágicamente sin que haya la necesidad de tomar riesgos ni comprometernos demasiado en los sucesos, y aunque en ocasiones la magia suele sorprendernos, no siempre experimentamos los cambios de una manera fácil y feliz. Para transformar nuestra realidad es necesario dar el paso que impulse el movimiento, darle el “si” al Universo por medio de nuestras intenciones y acciones. Es necesario soltar las resistencias y el miedo para abrirnos a recibir lo nuevo.
Cerrar ciclos puede resultar todo un desafío. Es un momento para probar nuestros niveles de fe, intuición, valor y sobre todo, es un momento para descubrir nuestra verdad interior para abordar caminos coherentes a nuestros ideales más profundos y verdaderos. Tomar oportunidades a tiempo, dejar escenarios viejos, abordar caminos nuevos donde solo prevalece el vacío, donde no hay nada al frente porque no hay nada creado aún, y mientras lo nuevo se manifiesta ¿Cómo sobrevivimos a ello?
¿Cómo saber si es momento de dejar una relación que nos destruye o un trabajo que nos agobia? ¿Cómo sobreponernos cuando el cambio nos llega por sorpresa? ¿Cómo reconocer las señales del Universo cuando hay que accionar o esperar? ¿Cómo alinearlos a la energía del cambio para realizarlos por medio de la alegría y el amor y no del dolor? ¿Cómo crear los recursos para hacerle frente a una movilización constante?
La vida es cambio y movimiento continuo, creación y re-creación .
Tomado del site de Harumi Puertos
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